martes, 18 de mayo de 2010

El camino está abierto

Me permito caminar y seguir para adelante. Miro para todos lados y te vi, escribías en tu computadora, pero no me viste.
Te hable y no tuve respuesta, pensé hay algún muro en tu computadora que no te deja verme, pero no, a veces siento que solo sentimos lo que nos permitimos sentir, cuan caballos con anteojeras.
Me detengo como aquel juego de niños, la mancha congelada, se que en algún momento vas levantar la mirada o escuchar el latido de mi corazón el si que no se detiene mientras yo lo pueda oír.
Quiero escribir y no puedo, es todo tan denso marrón pantano, pero solo que tengo muchas ganas de nadar en palabras de todos los colores con ruido a olas gigantes.
Me congelo, lato y respiro...

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